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Vivir en alquiler: una opción para muchos colombianos

Vivir en alquiler: una opción para muchos colombianos

Vivir en alquiler es una alternativa viable para miles de colombianos que no pueden costear una vivienda propia o que se encuentran en proceso de entrega del inmueble. Según datos de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida 2022, realizada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el 40,2% de la población a nivel nacional reside en apartamentos o casas en alquiler o subarriendo, y esta cifra continúa aumentando a medida que pasan los años.

Al firmar un contrato de arrendamiento, tanto el arrendador como el arrendatario tienen ciertas obligaciones establecidas en el Código Civil y la Ley 820 de 2003. Estas obligaciones incluyen aspectos como la indemnización en caso de terminación del contrato sin justa causa.

Es importante tener en cuenta que a partir de 2024, el canon de arrendamiento podría aumentar en todo el país, pero su precio no podrá exceder el 100% del IPC, según lo establece la mencionada ley.

Diferentes tipos de reparaciones pueden realizarse en una propiedad de alquiler. Según el Código Civil colombiano, existen tres categorías de reparaciones que pueden ser sufragadas por el arrendador o el inquilino. El Ministerio de Justicia y del Derecho explica detalladamente cada una de estas categorías en su página web.

1. Reparaciones indispensables o necesarias: se refieren a aquellas reparaciones que son absolutamente necesarias para que la propiedad “siga siendo utilizada y se mantenga en buen estado”. Estas reparaciones deben ser realizadas por el arrendador, pero si el arrendatario decide hacerlas, puede solicitar un reembolso del dinero invertido.

2. Reparaciones locativas: estas reparaciones se realizan para mantener la propiedad en el mismo estado en el que fue recibida al momento de firmar el contrato de arrendamiento. Por lo tanto, son responsabilidad del arrendatario, ya que son consecuencia del uso de la vivienda.

3. Reparaciones útiles: generalmente, estas reparaciones son llevadas a cabo por los arrendatarios con el fin de incrementar el valor de la propiedad, como la instalación de puertas de madera costosa. El arrendador no está obligado a reembolsar el dinero invertido en estas reparaciones, y al finalizar el contrato, el inquilino puede retirar del inmueble los materiales utilizados sin causar daños a la propiedad.

¿Cómo se reembolsan las reparaciones? Si el inquilino paga por las reparaciones indispensables, necesarias y no locativas, “puede descontar el costo de las reparaciones del valor del alquiler, pero estos descuentos no pueden superar el 30% del valor del arriendo”. Sin embargo, si el costo de las reparaciones excede dicho porcentaje, se deben realizar descuentos periódicos al momento de pagar el alquiler, según explica el Ministerio de Justicia.