
Mientras el sol se pone en una tarde de viernes en agosto, familias y amigos se reúnen en el césped del Johnston YMCA en NoDa para una proyección de cine al aire libre. El ambiente es vibrante, las personas disfrutan de palomitas de maíz y perros calientes gratis, y capturan recuerdos con selfies en el fotomatón. La historia de este lugar es impresionante, con un imponente árbol de roble que ha sido testigo de más de 70 años de participación comunitaria.
Sin embargo, el futuro de este querido lugar de encuentro está en juego. El YMCA de Greater Charlotte ha anunciado su plan de vender la propiedad de 5.78 acres, que ha sido un centro comunitario durante más de siete décadas. Inicialmente, el YMCA tenía la intención de cerrar el Johnston Y y venderlo a un desarrollador interesado en construir un complejo de uso mixto. Desafortunadamente, el trato fracasó, pero el YMCA sigue comprometido en encontrar un comprador.
El impacto de la decisión del YMCA se siente profundamente por Tim Vanderbeek, un líder en la Iglesia de NoDa. Destaca la importancia de la participación del YMCA en eventos comunitarios y sus colaboraciones en recolecciones de alimentos y campamentos de verano. La pérdida de esta conexión sería desgarradora tanto para la iglesia como para el vecindario.
La decisión de vender la propiedad de Johnston surge de los desafíos financieros enfrentados por el YMCA de Charlotte. La membresía ha disminuido en un 25% entre 2019 y 2021, principalmente debido a los efectos de la pandemia de COVID-19. Para abordar estos problemas financieros, el YMCA ha optado por vender la propiedad, la cual tiene un valor estimado de $19.4 millones.
Sin embargo, como residente de NoDa desde hace mucho tiempo y miembro del comité de historia de la Asociación de Vecinos y Empresas de NoDa, considero que el sacrificio de este hito histórico es demasiado grande. La venta del Johnston Y significa perder servicios valiosos y romper una conexión con el pasado histórico de las fábricas de algodón de Charlotte, un legado escaso en otras partes de la ciudad. La cercanía del Johnston Y a los antiguos sitios de las fábricas y las casas circundantes añade un nivel de significado histórico a la comunidad.
La historia del Johnston Y está entrelazada con la rica historia de NoDa. Fundado sobre los sueños de Richard Horace Johnston, hijo del fundador de la fábrica, este centro comunitario abrió sus puertas en 1951 y se convirtió en un punto de encuentro para actividades y recreación. A lo largo de los años, el Y enfrentó desafíos debido al cierre de las fábricas del vecindario, pero fue revitalizado a través de renovaciones y el apoyo comunitario.
La gentrificación ha transformado NoDa en un bullicioso distrito de arte, atrayendo a nuevos residentes y empresas. Sin embargo, con cada proyecto de desarrollo, corremos el riesgo de perder el carácter único y los servicios asequibles que hicieron de NoDa un vecindario diverso e inclusivo. El cierre del programa de después de la escuela, la reubicación de la Iglesia de NoDa y el traslado de los campamentos de verano y las lecciones de natación a otros lugares han dejado un vacío en la comunidad.
La decisión de vender el Johnston Y representa un punto de inflexión para NoDa, marcando la transición de una histórica aldea de fábricas a un vecindario moderno. Si bien el desarrollo es inevitable y puede traer cambios positivos, es fundamental preservar las raíces de la comunidad y proporcionar espacios para que personas de diferentes orígenes se unan.
A medida que NoDa enfrenta un futuro incierto sin el Johnston Y, debemos preguntarnos: “¿Qué sigue?”. La pérdida de este lugar de encuentro comunitario deja un vacío que no puede ser llenado fácilmente. El impacto de la decisión del YMCA se extiende más allá de la hoja de balance, afectando el tejido mismo de un vecindario construido sobre una historia compartida y el compromiso comunitario.
Preguntas frecuentes (FAQ)
P: ¿Por qué se está vendiendo el Johnston YMCA en NoDa?
R: La decisión de vender la propiedad del Johnston YMCA en NoDa se debe a los desafíos financieros enfrentados por el YMCA de Charlotte. La membresía ha disminuido significativamente entre 2019 y 2021, y la venta de la propiedad se ve como una solución para abordar estos problemas financieros.
P: ¿Qué sucederá con los programas y servicios comunitarios que ofrece el Johnston Y?
R: El cierre y la venta del Johnston Y resultarán en la pérdida de varios programas y servicios comunitarios. La organización del YMCA ha declarado que buscarán formas alternativas de seguir sirviendo a los niños del área, incluso sin un edificio físico.
P: ¿Cómo afecta la venta del Johnston Y a la comunidad de NoDa?
R: La venta del Johnston Y tiene un profundo impacto en la comunidad de NoDa. Significa perder un lugar de encuentro importante y desconectarse del pasado de las fábricas de algodón del vecindario, lo cual tiene gran importancia histórica. También plantea desafíos para los servicios asequibles y para el sentido de comunidad que atrae a personas de áreas circundantes.
P: ¿Cuál es la importancia del Johnston Y en el vecindario de NoDa?
R: El Johnston Y ha sido un centro comunitario durante más de 70 años, ofreciendo una amplia gama de programas y servicios. Ha sido un lugar donde personas de diferentes orígenes se reúnen, fomentando un sentido de comunidad e historia compartida. La participación del YMCA en eventos comunitarios y colaboraciones lo han convertido en una parte integral del vecindario de NoDa.