
Después de la Segunda Guerra Mundial, Japón se enfrentó a enormes desafíos, con una grave escasez de viviendas que dejó a millones de personas sin hogar. Aproximadamente, 2.1 millones de casas fueron destruidas durante la guerra, dejando al país con una escasez de 4.2 millones de unidades de vivienda. Sin embargo, a través de una combinación de apoyo gubernamental, ingenio arquitectónico y crecimiento económico, Japón logró superar esta crisis y crear millones de viviendas innovadoras que reflejan las cambiantes necesidades de su población.
El libro “Diseños Inspiradores: Explorando el Mercado Residencial de Japón desde la Segunda Guerra Mundial”, escrito por la arquitecta Naomi Pollock, aborda la historia de las viviendas en Japón. Lleno de imágenes impresionantes, dibujos arquitectónicos y entrevistas a residentes, el libro ofrece una perspectiva única sobre las circunstancias que rodearon la construcción de estas viviendas.
Un aspecto interesante de las viviendas japonesas es su impermanencia. Debido a los impuestos de herencia elevados y las tendencias culturales, muchas casas se venden y demuelen cuando alguien fallece, lo que le otorga a cada hogar una vida útil promedio de solo 20 a 30 años. Si bien esto puede parecer decepcionante en términos de preservación, permite a los compradores personalizar sus nuevas viviendas según sus necesidades y preferencias específicas.
En la era de la posguerra, los arquitectos japoneses adoptaron la innovación y el minimalismo. La Casa No. 1 de Kiyoshi Ikebe, construida en 1948, ejemplificaba esta mentalidad con su diseño fluido, zonas funcionales y énfasis en una comunicación fácil y un ambiente orientado a la familia. Inspirados por influencias europeas, los arquitectos japoneses buscaron crear la “casa mínima” ideal que cumpliera todas las necesidades de los residentes sin excesos.
Con el paso de los años, los arquitectos tuvieron acceso a una amplia gama de materiales de construcción, gracias en parte a la mayor producción de acero de Japón. La casa familiar de Kenzō Tange, construida en la década de 1950, presentaba un plano de planta abierto con poca privacidad e integraba elementos tradicionales del diseño japonés, como el suelo de tatami y los paneles correderos de shoji. Los residentes encontraron que este concepto abierto fomentaba la armonía familiar y una sensación de fluidez dentro de la residencia.
Otra estructura notable, la Casa del Cielo de Kiyonori Kikutake en 1958, fue diseñada para adaptarse a las cambiantes necesidades de una familia en crecimiento. Al agregar habitaciones “movenette” suspendidas, la casa podía expandirse o contraerse fácilmente según se requiriera.
En general, el mercado residencial de Japón ha evolucionado significativamente en los últimos 80 años. Desde los desafíos de la escasez y los recursos limitados, los arquitectos han encontrado soluciones innovadoras que no solo abordan las necesidades de vivienda de la población, sino que también abrazan el minimalismo y la funcionalidad. La combinación de los principios de diseño japoneses y la creatividad arquitectónica ha dado como resultado un paisaje residencial único y fascinante.
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Preguntas Frecuentes
1. ¿Después de la Segunda Guerra Mundial, las viviendas en Japón eran mayormente alquiladas o de propiedad privada?
Antes de la guerra, alrededor del 70 por ciento de las propiedades en Japón eran alquiladas. Sin embargo, a medida que el país se recuperaba y la economía crecía, un número cada vez mayor de viviendas pasaron a ser de propiedad privada.
2. ¿Cuál es el tamaño promedio de una vivienda en las ciudades de Japón?
El tamaño promedio de una vivienda en las ciudades de Japón es de aproximadamente 1,080 pies cuadrados. A pesar de su tamaño compacto, muchos residentes consideran que esto es un intercambio justo por la conveniencia de vivir en áreas urbanas.
3. ¿Cuánto tiempo dura en promedio una vivienda en Japón?
Debido a factores culturales y los altos impuestos de herencia, una vivienda japonesa en promedio tiene una vida útil de solo 20 a 30 años. Después de demolerla, los compradores tienen la oportunidad de personalizar sus nuevos hogares segú
n sus necesidades.
4. ¿Cuáles fueron algunas influencias en la arquitectura japonesa de la posguerra?
Los arquitectos japoneses se inspiraron en sus colegas europeos al abrazar principios de diseño minimalista y funcional. El concepto de la “casa mínima”, que se enfocaba en satisfacer las necesidades de los residentes sin exceso de espacio o características, ganó popularidad.
5. ¿Cómo fomentaba el diseño de las viviendas japonesas la armonía familiar?
Los espacios de planta abierta, flexibles y la integración de elementos tradicionales de diseño permitieron una comunicación fácil y una sensación de fluidez dentro de la residencia. Muchos residentes encontraron que estas elecciones de diseño creaban un ambiente de convivencia armoniosa.