
Vender una vivienda puede ser un desafío, pero existen diversas estrategias para maximizar sus ganancias. Aunque las reformas pueden incrementar el valor de una propiedad hasta un 40%, algunas implican una inversión significativa. Sin embargo, si buscas alternativas más económicas, existen prácticas que pueden ajustar la vivienda a las preferencias del comprador potencial y acelerar su venta.
Según David Chamás, director general en España de la empresa de servicios inmobiliarios Huspy, la tendencia actual es tener espacios abiertos, con ventanas aisladas y cómodas para el teletrabajo. Para lograrlo, existen diferentes niveles de reformas, desde un simple lavado de cara hasta intervenciones estructurales como la redistribución de espacios o la adición de un baño. Chamás destaca que se han registrado incrementos de valor de hasta un 40% en pisos gracias a estas mejoras.
Antes de tomar cualquier decisión, es importante ser realista y ponerse en el lugar del comprador potencial. Los acabados de lujo en barrios periféricos pueden arruinar la venta al elevar los costos. “Es necesario adaptar la reforma al área en la que se encuentra el piso y al tipo de comprador al que está destinado”, advierte Chamás.
Una reforma integral de una vivienda de 90 m² tiene un costo aproximado de 35.000 euros sin IVA, según Carlos Sanz, director general de Habitissimo, una plataforma de reformas y servicios para el hogar. Sin embargo, es posible obtener incrementos significativos en el valor de la vivienda mediante cambios puntuales en lugar de reformas completas. Sanz recomienda enfocarse en la renovación del baño y la actualización de la cocina para marcar una diferencia significativa en el proceso de venta.
En cuanto a la cocina, reemplazar la encimera, los muebles y actualizar las paredes y el suelo pueden incrementar el valor de la vivienda. Además, abrir la cocina al resto de la casa derribando el tabique que la separa es una tendencia actual. En cuanto al baño, reemplazar la bañera por un plato de ducha y cambiar los azulejos son acciones clave para mejorar su apariencia y valor. Además, se puede optar por un inodoro de doble cisterna, luces LED y mejorar el almacenamiento.
Otro aspecto a considerar es la eficiencia energética de la vivienda. Según Sanz, una vivienda con un certificado de eficiencia energética A o B es más fácil de vender. Cambiar las ventanas, utilizar vidrio acústico y mejorar el aislamiento térmico son acciones que pueden aumentar el valor de la propiedad. Sin embargo, estas inversiones implican mayores gastos.
En resumen, realizar reformas en una vivienda puede incrementar su valor, pero es importante adaptarlas al área y al tipo de comprador. La renovación del baño y la actualización de la cocina son acciones clave que pueden marcar una diferencia significativa en el proceso de venta. Además, mejorar la eficiencia energética de la vivienda puede atraer a más compradores.