Los contratos de suma global se han vuelto cada vez más populares en la industria del desarrollo de propiedades. Ofrecen un precio fijo para un proyecto específico, lo que proporciona un nivel de certeza tanto para los propietarios de las propiedades como para los desarrolladores. Sin embargo, como cualquier contrato, tienen sus propios conjuntos de ventajas y desventajas.
Una de las ventajas más significativas de los contratos de suma global es la certeza financiera que proporcionan. El costo total del proyecto se acuerda antes de que comience el trabajo, lo que significa que no hay gastos inesperados para el propietario de la propiedad. Esto puede ser especialmente beneficioso para aquellos con un presupuesto limitado o para aquellos que financian el proyecto ellos mismos. Además, debido a que el costo es fijo, los desarrolladores están incentivados a completar el proyecto de manera eficiente y dentro del plazo acordado para maximizar sus ganancias.
Los contratos de suma global también simplifican el proceso de pago. En lugar de lidiar con múltiples facturas por diferentes aspectos del proyecto, los propietarios de las propiedades realizan un único pago. Esto puede ahorrar tiempo y reducir las cargas administrativas. Además, estos contratos suelen incluir un alcance detallado del trabajo, lo que puede ayudar a evitar disputas sobre lo acordado.
Sin embargo, los contratos de suma global también tienen sus inconvenientes. Una de las principales desventajas es que pueden limitar la flexibilidad. Una vez que se firma el contrato, realizar cambios en el proyecto puede ser difícil y costoso. Si un propietario de la propiedad decide que desea modificar el diseño o agregar características adicionales, es posible que deba renegociar el contrato o pagar tarifas adicionales.
Otro posible inconveniente es que los contratos de suma global a veces pueden resultar en la realización de trabajos de menor calidad. Debido a que el desarrollador está trabajando con un precio fijo, puede verse tentado a recortar costos o usar materiales más baratos para ahorrar dinero. Esto puede resultar en un estándar de acabado más bajo, que puede no ser lo que el propietario de la propiedad esperaba.
Además, los contratos de suma global pueden poner mucha presión en el desarrollador para estimar con precisión el costo del proyecto. Si subestiman, pueden terminar perdiendo dinero. Por otro lado, si sobreestiman, pueden ponerse un precio demasiado alto y quedar fuera del mercado. Esto puede ser especialmente desafiante para desarrolladores menos experimentados o para proyectos complejos en los que pueden surgir problemas imprevistos.
En conclusión, aunque los contratos de suma global ofrecen una serie de beneficios, incluida la certeza financiera y los pagos simplificados, también tienen posibles inconvenientes, como la reducción de la flexibilidad y el riesgo de trabajos de menor calidad. Por lo tanto, antes de decidir celebrar un contrato de suma global, tanto los propietarios de las propiedades como los desarrolladores deben considerar cuidadosamente estos aspectos positivos y negativos. También puede ser beneficioso buscar asesoramiento legal para garantizar que el contrato sea justo y equilibrado, y que ambas partes estén plenamente conscientes de sus obligaciones y los posibles riesgos involucrados.
Fuentes: Sin fuentes