
En Argentina, el acceso a la vivienda se ha convertido en un problema cada vez más grave, agravado por la Ley de Alquileres de 2020, que actualmente está en revisión en el Senado. Las reformas propuestas para dos artículos controvertidos de la ley, la duración de los contratos y el método de ajuste, serán debatidas la próxima semana. Mientras tanto, la escasez de viviendas de alquiler en la ciudad de Buenos Aires se ha intensificado y los precios han experimentado un aumento significativo.
En la actualidad, hay menos de 400 departamentos disponibles en pesos a través de agencias inmobiliarias, mientras que hay más de 2,500 unidades disponibles en dólares con precios que oscilan entre $450 y $550 mensuales. Esta falta de oferta es fácilmente verificable en buscadores especializados de propiedades.
La Ley de Alquileres actual ha llevado a una paridad casi completa en los valores de alquiler después de 38 meses de su entrada en vigencia, algo que nunca antes se había visto en la industria. Esta situación ha generado incertidumbre tanto para propietarios como para inquilinos y corredores inmobiliarios. Muchos propietarios han optado por mantener sus inmuebles vacíos hasta que se realicen las reformas a la ley que aún está en vigencia.
Los precios de los alquileres han experimentado aumentos que superan ampliamente los índices de ajuste establecidos en la ley, llegando a aumentos interanuales entre el 150% y el 160%. La escasez de oferta y las altas expectativas inflacionarias han contribuido a este aumento de precios.
Los departamentos de dos y tres ambientes son los más demandados, especialmente por un público joven que busca su primera vivienda. Sin embargo, la falta de acceso a crédito hipotecario y la escasez de oferta en este tipo de viviendas han generado un problema en el mercado.
Los contratos de alquiler se están extendiendo en intervalos más cortos, entre tres meses, seis meses y un año como máximo. Hay una falta de oferta que ha llevado a que los inquilinos tengan poco margen de negociación.
En resumen, la escasez de viviendas de alquiler en Buenos Aires y los precios en aumento han generado dificultades tanto para propietarios como para inquilinos y corredores inmobiliarios. Se espera que las reformas a la Ley de Alquileres puedan resolver estos problemas y generar soluciones equitativas para todas las partes involucradas.
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