
En los últimos años, los turistas chinos eran conocidos por ser algunos de los viajeros más prolíficos, gastando miles de millones de dólares en el extranjero y tomando millones de vuelos internacionales. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la industria turística china, y a pesar de la gradual relajación de las restricciones y la recuperación global en el sector turístico, los turistas chinos han sido lentos en regresar a los viajes internacionales. Esta falta de confianza puede atribuirse, en parte, a la crisis inmobiliaria que enfrenta China.
China está enfrentando actualmente una severa crisis inmobiliaria, con importantes desarrolladores experimentando pérdidas significativas y preocupaciones sobre el incumplimiento de las deudas. Una de las razones detrás de esta crisis es la fuerte dependencia de los gobiernos locales de los ingresos fiscales derivados de la venta de terrenos y los impuestos a la propiedad. Además, un gran porcentaje de los activos de la población general está invertido en bienes raíces. Como resultado, los desarrolladores y los gobiernos locales se endeudaron en exceso, lo que llevó a una explosión especulativa en el mercado inmobiliario.
Sin embargo, cuando el gobierno central implementó regulaciones más estrictas para controlar los precios y frenar la especulación, el mercado se enfrió, lo que resultó en una disminución en las ventas de viviendas nuevas y una caída en los precios. Esta recesión ha tenido un efecto dominó en la economía china, con una demanda reducida de materiales de construcción, una disminución en la contratación y un gasto cauteloso por parte de los consumidores. Los propietarios de viviendas, cargados con una riqueza menguante debido a la caída de los precios de las viviendas, han priorizado el ahorro, lo que ha tenido un impacto adicional en los negocios de todo el país.
A medida que los propietarios chinos se vuelven más conscientes de su presupuesto, han reducido sus gastos en turismo internacional. El turismo chino a países como Japón y destinos europeos populares ha disminuido significativamente, y se proyecta que el gasto total en viajes al extranjero desde China esté casi un 70% por debajo de los niveles previos a la pandemia. Si bien el turismo interno en China se está recuperando gradualmente, no puede compensar completamente el impacto de la menor confianza del consumidor.
Los desafíos que enfrenta la industria turística global, incluida la pandemia, el aumento de los costos del combustible y los problemas geopolíticos, se ven agravados por la recesión económica en China. El cierre de numerosas agencias de viajes chinas debido a los desafíos de la demanda y la bancarrota también empeora la situación.
En conclusión, el sector inmobiliario en crisis de China está teniendo un impacto directo en el gasto de los consumidores y el turismo internacional. Con los consumidores chinos optando por vacaciones más modestas y sintiéndose menos confiados en la economía, el camino hacia la recuperación de la industria turística se vuelve aún más desafiante.
Fuentes:
– Dr. Zhiyong Yang – Profesor de Marketing en la Escuela de Negocios Farmer, Universidad de Miami.
– The Conversation – Fuente de noticias, análisis y comentarios independientes y sin fines de lucro de expertos académicos.